El Tribunal fundó la motivación del hecho en el entendimiento de que estas violencias se presentan en el deseo del perpetrador de castigar comportamientos que difieren de los estándares tradicionales.
Los jueces Carral y Maidana consideraron que existió un móvil vinculado a la identidad trans de la víctima. Además, expresaron que a pesar de no haberse encontrado el cuerpo, existieron numerosas pruebas valoradas por el tribunal de primera instancia que incriminaban a Luis Alberto Ramos como el responsable del homicidio.